La teoría de la aguja hipodérmica es el trabajo de Harold Dwight Lasswell, basado en el análisis de la propaganda y sus efectos sobre la formación de la opinión pública.
Se originó en el lapso de tiempo entre la Segunda Guerra Mundial, cuando se propagaron las ideas del partido nazi por parte de Joseph Goebbels, Ministro de Instrucción para el Público y Propaganda para el Tercer Reich.
El fundamento de la teoría de la aguja hipodérmica, se basa en el hecho de que los medios de comunicación “inyectan” información tratada y filtrada, de modo que el contenido presentado es dado por cierto.
Esto hace que las poblaciones tengan la percepción de que lo que dicen los noticieros y medios de comunicación es cierto y no tiene que ser verificado ni contrastado. Véase también la teoría de la Agenda Setting.
Desde este punto de vista, son muchos los peligros que pueden surgir cuando las masas no ponen en entredicho la información que reciben a través de los medios y la dan por cierta de manera automática
Según la teoría de la aguja hipodérmica es posible moldear su conducta y hacer que desarrollen comportamientos favorables a las intenciones e intereses de los grupos de poder, tanto públicos como privados.
La teoría de la aguja hipodérmica y sus orígenes
Para poner la teoría de la aguja hipodérmica en contexto debemos situarnos entre los años 20 y 30. Durante esta etapa, la propaganda política había tenido un auge espectacular tanto en Europa como en los Estados Unidos.
Uno de los casos más emblemáticos del poder de la maquinaria comunicacional y propagandística a nivel político es sin duda la propaganda del partido nazi.
A manos de Joseph Goebbels, las ideas del partido nazi se propagaron de una forma que no tenía ningún precedente conocido, siendo esta la razón por la cual los nazis logran llegar al poder en el año 1933, momento en el cual Goebbels es designado Ministro de Instrucción para el Público y Propaganda para el Tercer Reich.
Con este cargo, Goebbels asumía el control total de la prensa, radio, cine, teatro y en general, de todas las actividades culturales y científicas que se desarrollaban en la Alemania Nazi, en un intento por dar legitimidad a todas las actividades del movimiento, tamizando la información y dirigiendo a las masas a través de la entrega de mensajes específicos favorables a sus intereses.
En América, los estadounidenses habían sido testigos de los efectos que tuvo la propaganda sobre el desarrollo de la Primera Guerra Mundial, razón por la que surge la teoría de la aguja hipodérmica como una forma de cuestionar la forma en que los políticos tenían la capacidad de influir e incluso manipular la opinión pública, utilizando los medios de comunicación.
Características de la teoría de la aguja hipodérmica
Dentro de una sociedad de masas los individuos tienen dificultades para transmitir mensajes a nivel masivo. Aquí es donde los medios de comunicación se convierten en los responsables de la comunicación.
El problema de esto es que hace muy sencillo que el mensaje entregado por los medios tenga sesgos que permitan generar reacciones determinadas.
Esta clase de estímulo-respuesta es común en la psicología de masas y un modelo muy usado por las empresas para influir en la decisión de compra de los consumidores, pero también ha sido empleado por los factores de poder político para provocar reacciones en la población, las cuales por supuesto serán favorables a sus intereses.
Considerando que las masas son un conjunto de individuos, influir sobre ellos implica la inserción de un mensaje invisible que se convierta en el hilo conductual que guíe sus acciones.
Por tanto, la teoría de la aguja hipodérmica implicaría:
- Aislamiento, pasividad, enajenación, individualidad y falta de interacción entre los miembros del conjunto.
- Unidireccionalidad del mensaje emitido.
- Roles asimétricos. Las acciones del emisor de un mensaje producen un estímulo específico; quien recibe el mensaje lo hace de forma pasiva y tendrá que reaccionar de forma uniforme.
- Comunicación con un proceso intencional. Los medios de comunicación se desarrollan respondiendo a intereses previamente definidos y que buscan el desarrollo de conductas visibles y medibles.
Si se cumplen todas las condiciones anteriores, la teoría de la aguja hipodérmica se vuelve perfectamente razonable y se vuelve posible manipular el comportamiento de las masas de una forma abierta, directa y sin resistencia, basándose en un mecanismo de causa-efecto.
El medio de comunicación transmite el mensaje y este es recibido de forma directa, es asimilado y produce un efecto.
La aguja hipodérmica es un concepto que durante mucho tiempo no fue aceptado por los académicos, aunque con el paso de las décadas y diferentes investigaciones y modelos analíticos referentes a teorías de comunicación, terminaron por certificar su validez de este modelo. La evidencia más grande de su potencial se tiene con el mensaje del partido Nazi.
¿Persuasión o manipulación?
En algún punto de la década de 1940, se presentó la teoría matemática de la comunicación, desarrollada por Claude E. Shannon y Warren Weaver.
En la actualidad, esta teoría se conoce como el origen de teoría de la información, que muestra con claridad el camino de un mensaje y la relación que existe entre el emisor y el receptor.
De este modo se intentó refutar el modelo de la aguja hipodérmica bajo la premisa de que los sujetos de un conjunto no se encuentran realmente aislados, sino que tienen la capacidad de interactuar y decidir por sí mismos lo que hacen con el mensaje recibido y la forma en que lo interpretan, por lo que el efecto que el mensaje tendrá sobre ellos es impredecible.
Aquí se plantea un debate moral. En líneas generales, todos somos vulnerables a los estímulos y reaccionamos a ellos, por tanto si existe una manera de persuadir la manera en que reaccionan las masas, ¿debería considerarse como una forma de manipulación?
Siendo la propaganda un medio de persuasión, hasta qué punto o ¿cuál es la línea que divide a la persuasión de la manipulación?