El cuidado de nuestro ambiente es una tarea de todos y contribuir con ello no solo involucra grandes acciones, sino que es posible aportar un granito de arena desde las cosas más simples, incluyendo que en la práctica también se estará velando por la propia salud y la del resto de la familia.
Por eso traemos en esta oportunidad algunas ideas y consejos para que puedas tener una cocina más sostenible, que sea amigable con el medio ambiente, y de esa manera, contribuir activamente con el cuidado del planeta. El ejemplo empieza por casa y la cocina es uno de los lugares donde más tiempo interactuamos.
Deshazte poco a poco del plástico
Una forma de contribuir conscientemente con esta causa ecológica es evitar el uso de bolsas de plástico. A cambio, puedes hacer tus compras de comestibles en bolsas de reciclaje o reutilizables, que además de ser muy prácticas, te harán ahorrar dinero porque no será necesario estar pagando nada adicional por ese tipo de bolsas desechables.
Optar por un carro de la compra puede ser una idea genial que debemos copiar de nuestros abuelos, ya que de paso son muy cómodos, prácticos y evitamos tanta compra de bolsas. Por otro lado, debes elegir el vidrio antes que el plástico cuando compres algunos productos. Es posible que sea un poco más costoso, pero la diferencia es que contarás con alimentos más frescos.
Cambia tus viejos utensilios y vajillas por unos ecológicos
Abandona de una vez por todas los vasos, platos, tazas o cubiertos de plástico, y compra vidrio reciclado o piezas de madera como el bambú, que además de cumplir con este precepto conservacionista, hay diseños de vajillas y otros utensilios muy bonitos y de calidad. Los utensilios en general son más encantadores si son de madera.
Usa tablas de cortar en materiales sostenibles
Nuevamente la madera sale a relucir como uno de los mejores materiales para usar en la cocina. Las tablas de cortar de madera son ideales, y si son de bambú, está comprobado que naturalmente, reducen el crecimiento de microbios.
Usa productos ecológicos para limpiar
Los productos con componentes químicos no son la mejor opción para limpiar la cocina. En sustitución de éstos puedes usar ingredientes naturales, como el vinagre destilado, el jugo de limón o el bicarbonato de sodio, que son alternativas más respetuosas con el medio ambiente y te ayudarán a limpiar con efectividad.
Dile adiós a las ollas y sartenes de teflón
Aunque son muy conocidas por sus propiedades antiadherentes, también son famosas por su liberación de tóxicos, así que lo mejor será deshacernos de ellas. En este caso es mejor optar por ollas de larga duración y más resistentes, como el acero inoxidable. El vidrio, la silicona, el metal o la cerámica son otras alternativas.
Minimiza la cantidad de electrodomésticos
Muchas veces nos dejamos llevar por las tendencias del mercado, donde siempre se está promocionando un nuevo electrodoméstico y una gran cantidad de productos que en la mayoría de los casos no son indispensables. Lo ideal es tener pocos, pero que éstos sean multifuncionales y de gran calidad, lo que no solo ahorrará espacio en la cocina, sino que estarás ahorrando en consumo de energía y dinero, al no estar comprando cosas que realmente no necesitas.
Almacenamientos sin plástico
Insistimos en evitar a toda costa el uso de este material, porque es uno de los más dañinos para el planeta. En tal sentido, debes comprar recipientes de vidrio o metal para almacenar alimentos en el refrigerador. Hay envoltorios de material reutilizable que pueden perfectamente sustituir el uso de bolsas de plástico.
¡Resultados fantásticos!
Cuando pongas en práctica estas ideas, y si de paso las vas adaptando a otros aspectos de tu vida, verás como primeros resultados que tirarás menos basura, ya que la mayoría de lo que utilices tendrá más duración y utilidad. Solo queda recordar que hay que practicar la correcta manera de clasificar los desechos, ya que esto facilitará el proceso de reciclaje de tu comunidad.
En tal sentido, separa los desechos orgánicos de otros desechos, como el vidrio, el cartón y el mismo plástico, y debes tirarlos en los contenedores indicados. Por otro lado, puedes pensar en la fabulosa idea de crear tu propio abono orgánico (si tienes jardín es maravilloso) con las sobras orgánicas de tu cocina.